Por
fin, ya está aquí. Se llama Ferrari LaFerrari, y se ha desvelado en el Salón de
Ginebra 2013. La última creación de la serie “F”, los más potentes de la casa
italiana, genera 963 CV y 900 Nm de par. Alcanza los 100 km/h en menos de tres
segundos y supera los 350 km/h. Solo 499 afortunados podrán poseerlo.
Ha sido, sin duda alguna, el
acontecimiento más esperado del Salón
de Ginebra 2013. Pero LaFerrari ya
está aquí. Un nombre, cuanto menos “especial” para el último exponente de la
serie más especial de ultradeportivos de Maranello, conocida hasta la fecha
como 'F'. El número de unidades fabricadas, en total, será de 499. Una
pena, teniendo en cuenta que solo unos días después de ser presentado,
los interesados en adquirir uno superan esa cifra en más del doble.
Ferrari, una vez, más lo ha vuelto a hacer. Gracias a su motor V12 de 6,3 L y 800 CV (como no, en posición central) y a la ayuda del sistema HY-KERS, consigue una potencia máxima de 963 CV y 900 Nm de par.
Es capaz
de acelerar de 0 a 100 por debajo de la barrera de los tres segundos y
conseguir una velocidad punta superior a los 350
km/h. Aunque eso del registro máximo cada vez es menos relevante en los
deportivos de hoy en día, ¿verdad? Los números más interesantes son, quizá,
estos: puede hacer el 0-200 incluso por debajo de los siete segundos, y el
0-300 en tan solo 15 segundos. ¡Una auténtica barbaridad! Y todo ello, con
un 50 % menos de emisiones frente al Enzo.
Este Ferrari puede completar una
vuelta al circuito de pruebas de la casa de Maranello, Fiorano, en nada menos
que cinco segundos menos de lo que lo hacía su predecesor, el Ferrari Enzo. Esto es un tiempo
inferior a 1 minuto 20 segundos.
Su sistema híbrido HY-KERS
El innovador sistema del Ferrari ha
sido desarrollado en conjunto con el del monoplaza de F1 F138 (es el primer
Ferrari de producción en incorporarlo) y utiliza dos propulsores eléctricos
(uno de 163 CV para apoyar las ruedas motrices, las traseras, y otro para los
elementos auxiliares). De alimentarlos se encargan unas baterías que han
conseguido ofrecer la más alta densidad en un sistema de este tipo y que van
ancladas justo al suelo del chasis y declaran un peso total de 60 kg.
¿Pero cuál es la novedad más importante de
este sistema híbrido del LaFerrari? Pues su capacidad de recarga, ya que sus
baterías no solo se recuperarán bajo las situaciones de retención o incluso de
frenadas intensas con el ABS en pleno funcionamiento, sino que también lo harán
bajo circunstancias de aceleración en curva. Cuando su V12 se encuentre
generando mucho más par del que necesita, toda esa potencia no solo no se
enviará a sus ruedas (lo que generaría un gasto inútil de potencia y pérdidas
exageradas de tracción), sino que toda esa energía se canaliza y es enviada
hacia las baterías.
Chasis y puesto de conducción
Aunque uno de los datos más
importantes, su peso, aún no se ha hecho público, obviamente al igual que su
ratio peso/potencia, la firma asegura que han conseguido un reparto de masas
ideal; 59% detrás y 41% delante, junto con un centro de gravedad ultrabajo, a
unos 35 mm del asfalto. Esto se ha conseguido gracias a que sus grandes
componentes, como las baterías, han logrado situarse entre los dos ejes del Ferrari
LaFerrari, que aun así sigue siendo bastante corto para un vehículo de sus
características: su batalla es de 2,66 metros.
Su chasis incluye hasta cuatro tipos
diferentes de fibra de carbono, todas ellas desarrolladas, laminadas y secadas
utilizando exactamente los mismo procesos que los monoplazas de F1. Con lo que
el peso total se ha visto reducido respecto al anterior, el Enzo, y su rigidez
torsional también aumenta en un 27 %.
Su puesto de conducción promete ser uno de los
más ergonómicos. En él han puesto especial atención y han participado muy
activamente los dos pilotos de la Scuderia Ferrari: Fernando Alonso y Felipe
Massa. Para empezar, el asiento del piloto está fabricado y anclado a la medida
justa de su conductor y, además, sus pedales y volantes ofrecen una capacidad
de regulación extraordinaria. Así las cosas, los italianos aseguran que puede
lograse una posición bastante parecida incluso a la de los monoplazas.
Aerodinámica y frenos
Pero el LaFerrari no detiene ahí
sus novedades. Claro que no. Posee, por ejemplo, una aerodinámica activa, que
aumenta el apoyo a velocidades elevadas y según las necesidades de la
conducción y demanda de la potencia. Eso lo hace a base de monitorizar
constantemente varios parámetros y, mediante algoritmos, es capaz de adaptar el
ángulo de unos 'flaps' o álabes que tiene en el carenado inferior de la
carrocería. Éstos, lo que hacen es cambiar el flujo de aire que pasa por debajo
del coche para dirigirlos en mayor o en menor medida hacia el difusor
posterior.
En el apartado de frenos, todo
tenía que estar a la altura de las circunstancias. Para ello, y al igual que su
gran rival, el McLaren P1, incorpora un equipo de frenado de altas prestaciones
que montan unos discos de un compuesto carbocerámico muy novedoso. Sus pinzas
también son especiales. Todo firmado por Brembo, presentan un nuevo y estudiado
diseño dirigido a ser aligeradas lo máximo posible y ofrecer una refrigeración
óptima.
Luca Cordero di Montezemolo,
presidente de Ferrari, define el coche como “la máxima expresión de la
excelencia de la compañía”. Por ello, ha pasado a formar parte ya del museo de
la marca, ubicado en Maranello. Museo en el que, por cierto, se acaba de
inaugurar la exposición “ Ferrari Supercar. Tecnología,Diseñoy Mito.” El
encargado de abrir el evento ha sido el propio Montezemolo y la muestra recoge
todas las ediciones especiales de la
marca, entre las que figura el nuevo LaFerrari junto a otros modelos como el
250 GTO, el Ferrari 40 y el F50
Alonso conduce el LaFerrari.
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