Los secretos aerodinámicos de su diseño
Los cascos de
los pilotos de F1 son una pieza clave en la aerodinámica de los monoplazas y,
por mucho que nos hablen de la personalidad de los pilotos, tienen otras
funciones mucho más importantes.
Más allá de
las fábulas y de los entronques históricos que la imaginación quiera
establecer, los cascos de los pilotos de F1
tienen una función clara y concreta: la protección de la integridad de sus
propietarios. Pero además, juegan un papel primordial en la aerodinámica del
monoplaza.
No obstante,
siendo esta la aplicación primaria de seguridad del los cascos integrales de F1
(y de todos los que se utilizan en la mayoría de las disciplinas deportivas
automovilísticas), no hay que olvidar el principio básico de toda competición.
Por definición de 'competición', todos y cada uno de los elementos que componen
un coche destinado a este fin, sirven para algo: no hay nada inútil.
Existe una
premisa básica en competición, que dice así: “si he de colocar un elemento por
causas mayores, he de diseñarlo de forma y manera que sirva o cumple otra
función beneficiosa para la dinámica del coche”. Bajo este prisma de diseño, el
casco en la F1, como elemento indispensable y necesario, hay que diseñarlo de
forma que actúe de forma beneficiosa en alguna medida.
Dado el lugar
donde se ubica el casco, podemos, en principio, hacer que actúe en
dos aspectos:
1) Adecuando
el flujo hacia la toma de admisión. Ya que en función de si se canaliza o no,
mediante un apéndice colocado en el alerón delantero, el flujo de aire, se
podrían obtener aumentos de potencia de hasta 5 CV o quizás más.
2) Adecuando
el flujo de aire hacia la popa (alerón trasero y difusor). En este caso, la eficiencia del alerón trasero y
también del difusor aumentan de forma considerable.
En un
principio y ello es verdaderamente así, los diseños de un casco son diferentes
en función de la categoría donde se dan. Las funciones del casco son diferentes
y por lo tanto, los diseños han de ser diferentes.
En la Fórmula 1,
si se pretende canalizar de forma idónea el flujo de aire hacia la toma de
admisión, el diseño del casco ha de permitir un flujo superior enfocado
hacia dicha toma de admisión, teniendo en cuenta una desviación de flujo no
necesario o excedente.
Si
por el contrario, se pretende canalizar el flujo de forma adecuada hacia la
popa del coche de F1, el diseño ha de permitir un flujo a su alrededor con baja
resistencia, siendo la popa del casco zona importantísima para que el flujo no
sea turbulento o cause alteraciones en el mapa de presiones o turbulencias
periódicas.
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