Lotus ¿ el hábito hace al monje?
Tanto va el cántaro a la fuente..., que la primera victoria de
Lotus en la temporada 2012 tiene que caer tarde o temprano. Spa podría un
escenario ideal para esa primera victoria. Sin embargo, en su caso, si
Lotus ganara en Bélgica, hay que recordar que el hábito no hace al monje.
El E20 de Raikkonen y Grosjean ha demostrado tener un ritmo en carrera
tan bueno como el que más. Destacan, sobre todo en la parte final de los
grandes premios gracias al ‘cariño’ con el que cuida los neumáticos,
consecuencia directa de su excelente configuración aerodinámica. De hecho, el
finlandés ha conseguido tres segundos puestos hasta el momento.
Al margen de
las bondades del E20, contar con un piloto como Raikkonen representa una baza
clave para el equipo. Cabe resaltar que, de las siete carreras de
Fórmula 1 que ha corrido en Spa, el finlandés ha ganado cuatro de ellas. De
hecho, triunfó la última vez que rodó aquí, en 2009 y solo Michael
Schumacher y Ayrton Senna le superan en
victorias. En 2008 abandonó cuando iba primero, deleitándonos con algunas
de las imágenes más espectaculares de los últimos años en su duelo con Lewis Hamilton bajo la lluvia.
La gorra al aire de Colin Chapman
Bien en Spa o
más adelante, un hipotético triunfo de Lotus nos plantea una duda para
quienes amamos la historia de la Fórmula 1. Porque esta disciplina hay que entenderla
y conocerla siempre dentro de un contexto histórico más amplio, con el que
adquiere otra dimensión y se disfruta con mayor intensidad. Alonso y
Schumacher, por ejemplo, son quienes son porque han sido precedidos por otros
grandes de la historia y, gracias a ello, tenemos la medida de su grandeza.
Como la que tuvo Lotus en su día.
Con esta
misma perspectiva histórica, si el actual Lotus ganara, por mucho que lo
hiciera con tan legendario nombre y vaya decorado de color negro y dorado
emulando a los gloriosos años de John Player Special, no me imagino al espíritu de Colin Chapman lanzando
su gorra al aire en cada
victoria, como acostumbraba en aquellos memorables triunfos de Hill, Clark, Rindt, Peterson, Andretti, Fittipaldi, De Angelis o, de haber coincidido ambos, también
con Ayrton Senna
.
No nos
engañemos, el actual equipo Lotus carece de la menor conexión con la histórica
escudería fundada y liderada por Chapman, dominadora de la Fórmula 1 durante
gran parte de las décadas 60 y 70. De hecho, ni
siquiera tiene vinculación con Lotus Cars, fabricante de automóviles de la
misma marca y en apuros económicos tan serios que en abril se vio obligada a
suspender el acuerdo de esponsorización con el equipo.
Tan
solo un acuerdo comercial
No hay que
olvidar que el uso del nombre Lotus por la escuadra del presente no era más que
un acuerdo del fabricante Lotus Cars y una escudería de Fórmula 1 con el objetivo
de publicitar la marca. En realidad, no existía entre ambas entidades ningún vínculo tecnológico o
accionarial. Se acordó, eso sí, una opción de compra parcial del equipo por
parte del fabricante que al final no llegó a ninguna parte.
En realidad, las raíces del equipo Lotus actual, propiedad del
grupo inversor Genii Capital, se encuentran en el histórico Toleman, famoso por
haber sido elegido por Ayrton Senna para debutar en 1984. Posteriormente fue
conocido como el Benetton que gestionó Flavio
Briatore y con el que Michael Schumacher consiguió sus dos primeros títulos
mundiales. En el 2000 fue vendido a Renault, época en la que Alonso ganó sus
títulos, manteniéndose bajo el control del fabricante francés hasta la reciente
venta a Genii Capital, liderado por Gerard
López.
¿Volverán
a reunirse equipo y fabricante bajo el mismo propietario?
A pesar de la
cancelación del acuerdo comercial, Genii Capital sigue usando el nombre Lotus
en sus monoplazas, en buena medida por su claro tirón comercial. Sin embargo, no descartaría la eventual compra
del fabricante de automóviles -Lotus Cars- por parte del mismo grupo, lo
que les llevaría a cerrar el círculo. Es decir, que un equipo de Fórmula 1 se
haga con un fabricante de automóviles, curiosamente a la inversa de lo que
suele ocurrir. Reunir al actual Lotus y a Lotus Cars bajo el mismo techo podría
ser una jugada maestra desde el punto de vista del Private Equity, debido al
valor añadido que generaría para el fabricante de automóviles.
Si así
ocurriera y algún día el equipo Fórmula 1 y el fabricante de automóviles
volvieran a unir sus destinos, puede que el espíritu del genial Chapman lanzara
nuevamente su gorra al aire cuando un Lotus cruce el primero la bandera a
cuadros.
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