Previas al GP de Bélgica
McLaren y Lotus se confirman
como los equipos que más han evolucionado antes de la parada veraniega
Sólo una semana después del
aluvión de actualizaciones técnicas que vimos en el Gran Premio de Alemania, el
de Hungría presagiaba poco interés en este sentido. Nada más lejos de la
realidad, pues los equipos, conscientes de que la Fórmula 1 pararía durante un
mes, querían cerrar esta etapa de la mejor manera posible, recortando la
distancia con los rivales o, en el mejor de los casos, incrementándola. De ahí,
que casi todas las escuadras echaron toda la carne en el asador y trajeron un
buen paquete de mejoras. Algunas como McLaren y Lotus, remataron la faena que
habían comenzado una semana antes para hacerse con los primeros puestos en
cuanto a rendimiento de la parrilla. Otras, como Ferrari, que tan sólo trajo
una novedad (un nuevo barge board en el coche de Alonso) se quedaron atrás, a
la espera de una renovación técnica a la vuelta de las vacaciones.
Al margen de ello, este circuito
propiciaba especialmente algunos cambios, más que evoluciones, adaptaciones
a sus peculiares características, que pueden resumirse en la
necesidad de alta carga aerodinámica (casi tan importante como
en Mónaco por lo revirado del trazado), así como en la necesidad de refrigeración
máxima por sus temperaturas extremas. De ahí, que las alas
traseras sufrieran estas adaptaciones y muchas de las tapas motor contaran con
nuevas salidas de refrigeración laterales y posteriores, como
veremos a lo largo de este artículo.
Tal y como hemos dicho, Ferrari,
no
trajo grandes actualizaciones. En puridad, lo único nuevo que
pudimos ver fue un nuevo barge board en el coche de Alonso, ni
siquiera en el de Massa. Al margen de ello, se siguieron realizando
pruebas con el nuevo alerón delantero (donde hubo pequeñas
novedades que no se llevaron en carrera), así como con el trasero,
se volvió a emplear el ‘monkey seat’ (aquí con más razón, pues por poca
carga aerodinámica que genere más es siempre bienvenida en un trazado como
éste) y, por supuesto, vimos nuevas salidas de refrigeración.
Como todos los entrenamientos libres, los
de Maranello estuvieron realizando numerosas pruebas aerodinámicas con los elementos ya conocidos,
pero también con las pequeñas incorporaciones. Así, pudimos ver
la parafina en el ala trasera, en el alerón delantero nuevo y antiguo, en el
barge board nuevo, así como en los pontones y el en suelo, tal y como podemos
apreciar en el siguiente montaje.
En cuanto
al ala
delantera se siguieron alternando las pruebas de la versión más antigua con la
nueva en ambos coches. De hecho, tanto Massa como Alonso usaron
ambas en las diversas sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de
Hungría. Además de ciertas adaptaciones a este trazado, el ala nueva
incorporó un pequeño corte en el flap superior, así como el endplate llegó a
montar nada menos que cinco orificios de entrada del aire,
desde donde los flujos se redirigen a las zonas del suelo donde se precisan,
tal y como se puede apreciar en la imagen que Laia Ferrer colgó en su Twitter.
A pesar de ello, en carrera se siguió apostando por la versión más antigua sin
cambio alguno. El la siguiente imagen, aparte de lo dicho, se puede apreciar
las turning vanes (las aletas que distribuyen los flujos de aire que vienen del
ala delantera al suelo, la bandeja de té, la botella de Coca Cola…) que usa
Alonso, distintas –como tantas veces hemos dicho desde Mónaco- de las que lleva
Massa, que son dobles.
De la misma
manera que el
equipo estuvo trabajando con diferentes alas delanteras, lo
mismo haría con las traseras, de las cuales se probaron dos
versiones distintas: una sin cortes en V en el plano superior y otra (la de
siempre, que acabarían por llevar en carrera) con dos cortes en V a ambos lados
del DRS. La primera tenía más carga aerodinámica, lo que, al parecer, podría
ser idóneo para este trazado, cosa que desmintieron las pruebas del viernes.
El equipo volvió a montar el
‘monkey seat’, como ya
es costumbre esta temporada para aportar algo más de carga aerodinámica al tren
trasero.
En otro orden de cosas,
los italianos volvieron a incorporar las salidas de refrigeración sobre los
pontones que hemos visto esta temporada en los Grandes Premios más cálidos.
También la tapa motor
en su parte posterior incluyó una salida de refrigeración vista otras
veces, ausente en las últimas carreras, pero necesaria en una prueba con tan
altas temperaturas como la de Budapest.
La siguiente imagen nos
deja ver cómo en el suelo encontramos un nuevo deflector frente a los
neumáticos traseros, además de una de las salidas de refrigeración laterales de
los escapes cerrada.
Nenhum comentário:
Postar um comentário