quinta-feira, 16 de agosto de 2012

Previas al GP de Bélgica

 Previas al GP de Bélgica


McLaren y Lotus se confirman como los equipos que más han evolucionado antes de la parada veraniega


Sólo una semana después del aluvión de actualizaciones técnicas que vimos en el Gran Premio de Alemania, el de Hungría presagiaba poco interés en este sentido. Nada más lejos de la realidad, pues los equipos, conscientes de que la Fórmula 1 pararía durante un mes, querían cerrar esta etapa de la mejor manera posible, recortando la distancia con los rivales o, en el mejor de los casos, incrementándola. De ahí, que casi todas las escuadras echaron toda la carne en el asador y trajeron un buen paquete de mejoras. Algunas como McLaren y Lotus, remataron la faena que habían comenzado una semana antes para hacerse con los primeros puestos en cuanto a rendimiento de la parrilla. Otras, como Ferrari, que tan sólo trajo una novedad (un nuevo barge board en el coche de Alonso) se quedaron atrás, a la espera de una renovación técnica a la vuelta de las vacaciones.




Al margen de ello, este circuito propiciaba especialmente algunos cambios, más que evoluciones, adaptaciones a sus peculiares características, que pueden resumirse en la necesidad de alta carga aerodinámica (casi tan importante como en Mónaco por lo revirado del trazado), así como en la necesidad de refrigeración máxima por sus temperaturas extremas. De ahí, que las alas traseras sufrieran estas adaptaciones y muchas de las tapas motor contaran con nuevas salidas de refrigeración laterales y posteriores, como veremos a lo largo de este artículo.

Tal y como hemos dicho, Ferrari, no trajo grandes actualizaciones. En puridad, lo único nuevo que pudimos ver fue un nuevo barge board en el coche de Alonso, ni siquiera en el de Massa. Al margen de ello, se siguieron realizando pruebas con el nuevo alerón delantero (donde hubo pequeñas novedades que no se llevaron en carrera), así como con el trasero, se volvió a emplear el ‘monkey seat’ (aquí con más razón, pues por poca carga aerodinámica que genere más es siempre bienvenida en un trazado como éste) y, por supuesto, vimos nuevas salidas de refrigeración.

Como todos los entrenamientos libres, los de Maranello estuvieron realizando numerosas pruebas aerodinámicas con los elementos ya conocidos, pero también con las pequeñas incorporaciones. Así, pudimos ver la parafina en el ala trasera, en el alerón delantero nuevo y antiguo, en el barge board nuevo, así como en los pontones y el en suelo, tal y como podemos apreciar en el siguiente montaje.


En cuanto al ala delantera se siguieron alternando las pruebas de la versión más antigua con la nueva en ambos coches. De hecho, tanto Massa como Alonso usaron ambas en las diversas sesiones de entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría. Además de ciertas adaptaciones a este trazado, el ala nueva incorporó un pequeño corte en el flap superior, así como el endplate llegó a montar nada menos que cinco orificios de entrada del aire, desde donde los flujos se redirigen a las zonas del suelo donde se precisan, tal y como se puede apreciar en la imagen que Laia Ferrer colgó en su Twitter. A pesar de ello, en carrera se siguió apostando por la versión más antigua sin cambio alguno. El la siguiente imagen, aparte de lo dicho, se puede apreciar las turning vanes (las aletas que distribuyen los flujos de aire que vienen del ala delantera al suelo, la bandeja de té, la botella de Coca Cola…) que usa Alonso, distintas –como tantas veces hemos dicho desde Mónaco- de las que lleva Massa, que son dobles.




De la misma manera que el equipo estuvo trabajando con diferentes alas delanteras, lo mismo haría con las traseras, de las cuales se probaron dos versiones distintas: una sin cortes en V en el plano superior y otra (la de siempre, que acabarían por llevar en carrera) con dos cortes en V a ambos lados del DRS. La primera tenía más carga aerodinámica, lo que, al parecer, podría ser idóneo para este trazado, cosa que desmintieron las pruebas del viernes.

El equipo volvió a montar el ‘monkey seat’, como ya es costumbre esta temporada para aportar algo más de carga aerodinámica al tren trasero.
En otro orden de cosas, los italianos volvieron a incorporar las salidas de refrigeración sobre los pontones que hemos visto esta temporada en los Grandes Premios más cálidos.
También la tapa motor en su parte posterior incluyó una salida de refrigeración vista otras veces, ausente en las últimas carreras, pero necesaria en una prueba con tan altas temperaturas como la de Budapest.

La siguiente imagen nos deja ver cómo en el suelo encontramos un nuevo deflector frente a los neumáticos traseros, además de una de las salidas de refrigeración laterales de los escapes cerrada.





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